lunes, 28 de noviembre de 2011
La bruja de la escalera y los tres hermanos
Tengo tres sobrinos. Rigo, Jacobo y María. Son muy pequeños y viven en el barrio de Lavapiés, en Madrid, muy cerca de la mítica plaza. Una mañana me llevaron a su casa. En el portal, entre la escalera y el ascensor, había un extraño agujero. Estábamos los cuatro contemplando aquel agujero en silencio, cuando uno de los tres me pidió que me agachara. Entonces con la lentitud propia de quien revela un antiguo secreto, y señalando el agujero, me susurro al oído:
Ahí dentro vive una bruja.
domingo, 27 de noviembre de 2011
Poemas
Si ya no quiero recordar
mi nombre
mi nombre
ni todos los nombres que llevo cosidos a la sangre
Sangre que dibuja mi mano
con mi mano hecha de sangre
y no quiero ser un hombre
sino vivir
en una copa de vino
en una copa de vino
de árbol
lunes, 21 de noviembre de 2011
El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde
A principios de otoño de 1885 los pensamientos de Stevenson giraban en torno a la idea de la dualidad del hombre y cómo incorporar esa contradicción del bien y del mal en una historia. Una noche tuvo un sueño. La señora Stevenson nos cuenta: "A altas horas de la mañana, fui despertada por gritos de horror de Robert Louis. Gritaba y jadeaba en mitad de la oscuridad. Pensando que tenía una pesadilla le desperté. Pero él, furioso me dijo: "¿Por qué me has despertado, amor?. Estaba soñando un dulce cuento de terror". Tres días tardó el maestro en clavar el relato.
sábado, 19 de noviembre de 2011
El flautista de Hamelín
En 1284 la ciudad de Hamelín estaba infestada de ratas. Un buen día, apareció un extranjero que ofreció sus servicios a los habitantes del pueblo. A cambio de una recompensa, él les libraría de todas las ratas, a lo que los aldeanos se comprometieron. Entonces el desconocido flautista empezó a tocar su flauta, y todas las ratas salieron de sus cubiles y agujeros y empezaron a caminar hacia donde la música sonaba.
viernes, 4 de noviembre de 2011
El sereno cuántico
- Si las puertas de la percepción se depurasen todo aparecería a los humanos como realmente es: infinito. Pues el hombre se ha encerrado en sí mismo hasta ver las cosas a través de las estrechas rendijas de su caverna.
William Blake
El gato con botas
El reparto de la herencia de un sencillo molinero no dejó a su hijo más que el gato del granero. Decepcionado, el hijo consideró comérselo para no morir de hambre, pero el gato resultó estar lleno de recursos, y le dijo: “No debéis afligiros, mi señor, no tenéis más que proporcionarme una bolsa y un par de botas para andar por entre los matorrales, y veréis que vuestra herencia no es tan pobre como pensáis”.
Charles Perrault? Giambattista Basile?
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