martes, 11 de octubre de 2011

Royal Rumble



A veces, los argumentos se agotan. Uno le da vueltas y vueltas, buscando el personaje adecuado. Ese personaje que interpretará mejor que ningún otro el papel vacante. Cuando no lo veo claro, opto por la decisión salomónica: Que se enfrenten a ostias. El que logré mantenerse en pie, obtendrá su merecido premio.
Este combate en cuestión, se celebró por la conquista de una última plaza en el ballet ruso de Anna Pávlova. El combate se declaró nulo. El bueno de Maese Pikelpot se ofreció como arbitro, pero le arrancaron los brazos durante la contienda.

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